dijous, 8 de maig del 2008

LA CIUDAD DE DIOS


Hoy, la mayoría de medios de comunicación se hacen eco de la última propuesta papal; enviar un mensaje del Santo Padre a los móviles de jóvenes de todo el mundo. Con esta medida, el Vaticano intenta ponerse al día y adaptarse a la realidad social. También intenta (sin mucho éxito) conectar con las generaciones mas jóvenes, aquellas que se apartan día tras día del mensaje evangélico.

Encuentro muy interesante la voluntad que demuestra el Papa Ratzinger de acercarse a un mundo desconocido para él, una sociedad occidental que camina inexorablemente hacia un laicismo imparable.

Ante una sociedad cambiante, la iglesia tiene que regenerar algunas de sus formas y conceptos si quiere seguir aportando una interpretación propia de la vida. Sobretodo creo que tiene que ser sensible en materia litúrgica, puesto que esta no responde a las necesidades de las generaciones actuales.

Personalmente creo mas importante salvar el contenido del caparazón (o sea el mensaje cristiano) que no las formas barrocas que lo envuelven. Esta será la gran pregunta a la que tendrá que enfrentarse la curia vaticana, modificar el aspecto externo para garantizar la supervivencia del mensaje de Cristo o vivir entre formas litúrgicas más propias de una función que no de una espiritualidad interna.

La Ciudad de Dios es posible, solo hay que seguir las enseñanzas de un pobre carpintero judío que no se conformó con la realidad y/o formas mundanas, sinó que luchó por cambiarlas. No se acomodó al mundo; luchó con el.

4 comentaris:

Unknown ha dit...

La gran mayoría de católicos no practicantes no cesan de desengañarse de la iglesia día tras día. Mientras tanto, ésta no ceja en imponer que el mensaje de Cristo puede abrazarse únicamente desde la fe, con una liturgia caduca y casposa.

Qué importa si hijo de Dios o simplemente un Gran Hombre? Mis convicciones científicas me dicen lo segundo, pero qué más da? Para mí lo importante es el CONTENIDO: trata a los demás como quisieras que te trataran a tí, y propaga el bien y la felicidad allá donde vayas. Es esto lo que le falta al mundo de hoy. Qué me importa a mí el Papa, los obispos o si existe el limbo? Si esto me sirve para ser más feliz y hacer más felices a los que me rodean, pues ya me vale.

Anònim ha dit...

completamente de acuerdo con lo que estas esponiendo. de todas formas los que se preocupan por los demàs no olvides que son todos los sacerdotes a todos los niveles.Tanto a nivel de la gente que estan en la calle que no tienen que poder comer. Como los que se van a las misiones a enseñar a todos.
ya se que lo que tu dices no es de los sacerdotes sino de los de arriba, pero en la tierra el SANTO PADRE representa a DIOS

Vida y convivencia ha dit...

Creo que nos fijamos más en el aparato externo, cargado de símbolos y ritos de los que es dificil sacar el agua clara.
Pero paradógicamente este papa está dando como mensaje lo esencial del cristianismo soslayando todos aquellos aspectos que comportan juicio a nuestra sociedad y acogiendo en positivo todo lo que de bueno captamos a nuestro alrededor.
J.Farré

Aina ha dit...

Encara que dins les estructures jeràrquiques i dogmàtiques hi ha un aparent allunyament d'Esglesia catòlica, també és cert que està resurgint des de fa temps una nova generació de persones que vivencien la comunicació amb el Trascendent. Son Sers de llum en el Camí de perfecció en l'Amor.
Estem vivint un canvi molt real i l'Esglesia com a estructura haurà de canviar si vol continuar sent.
La realitat és que hi ha una fragmentació entre l'estructura oficial de l'Esglesia i la base.